Se conoce como cirugía bariátrica, comúnmente llamada "reducción de estómago", al conjunto procedimientos quirúrgicos realizados con el objetivo de conseguir una pérdida de peso duradera en personas con obesidad. Estas operaciones permiten a los especialistas en cirugía realizar modificaciones en el sistema digestivo que hacen posible limitar la cantidad de comida que el paciente podrá ingerir tras la intervención y, además, alterando su capacidad de absorber nutrientes y calorías. Pero el mecanismo más importante por el que funciona tan bien la cirugía es el cambio muy favorable en las hormonas que regulan nuestro metabolismo, el apetito y la saciedad, que derivan del tracto digestivo.
Eso sí, la cirugía bariátrica no busca únicamente conseguir una reducción de peso, sino que pretende mejorar los problemas de salud asociados a la obesidad, como por ejemplo la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, hígado graso o la apnea del sueño, y muchos otros problemas derivados de la obesidad que pueden resultar peligrosos para los pacientes que son incapaces de mantener un peso saludable por sí mismos con dietas o con otros tratamientos.
¿Cuándo está indicada?
Los candidatos ideales a ser sometidos a una cirugía bariátrica son aquellos pacientes que presentan un Índice de Masa Corporal (IMC) mayor a 35 kg/m², especialmente si padecen además enfermedades relacionadas o empeoradas por la obesidad, lo que puede incluirles en distintos grupos de riesgo.
Llegado a este punto, la obesidad aumenta el riesgo de morbilidad y mortalidad, lo que hace que plantear una intervención quirúrgica sea una opción muy valorable a la hora de mejorar la calidad de vida del paciente y de disminuir cualquier posible riesgo para la vida.
Ahora bien, los distintos tipos de cirugía bariátrica existentes a día de hoy no suponen la solución al problema de la obesidad por sí solas, pero si las herramientas más efectivas conocidas para tratarla. Es fundamental que los pacientes entiendan que la cirugía bariátrica requiere de un compromiso a largo plazo con cambios en el estilo de vida, incluyendo ajustes en la alimentación y la realización de ejercicio físico de forma regular, para resultados duraderos y evitar problemas.
Recomendaciones
Antes y después de la cirugía bariátrica, es fundamental seguir las recomendaciones del equipo médico para garantizar que tanto la intervención como la posterior recuperación serán exitosas.
- Antes del procedimiento, es importante seguir una dieta de preparación específica durante 2 a 4 semanas para reducir lo máximo posible el tamaño del hígado, así como evitar fumar y beber alcohol.
- Tras la operación, es aconsejable empezar con una dieta a base de líquidos e ir evolucionando, primero con purés y después con alimentos sólidos, siempre bajo la supervisión de un nutricionista.
- También es recomendable tomar suplementos vitamínicos y minerales, así como combinar todo esto con ejercicio físico habitual que esté especialmente adaptado a las nuevas capacidades y limitaciones del paciente.
¿Cómo dormir después de una cirugía bariátrica?
Vida diaria tras reducción de estómago
También es necesario masticar despacio y de forma eficiente para facilitar el proceso de digestión y evitar la sobrecarga del estómago.
La actividad física debe ser una constante en la vida de un paciente que ha sido sometido a cirugía bariátrica, ya que resulta clave tanto para favorecer una pérdida de peso sostenida en el tiempo como para mejorar el tono muscular. Y a todo esto hay que sumarle la necesidad de llevar un seguimiento médico periódico, lo que debe incluir tanto controles nutricionales como psicológicos.
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